jueves, 6 de diciembre de 2012

En las sombras de un cuerpo…


Sólo veo las luces de la vía traspasar tu mirada como centellas frías que se pierden en un alma madura, y obscura. Quisiera estar ahí adentro, perderme en esa eterna obscuridad; abrazadora, escalofriante, mórbida…

Hoy en uno de esos días en los que eres mi desconocido preferido, y no puedo dejar de ver como manejas la profunda fragilidad de nuestros seres con tanta destreza… No me mires, tienes un camino lleno de locura en frente.

Dices que tu deber es llevarme a mi destino, y el problema es que mi casa está en el cuerpo que desee habitarme, donde tu creas que yo duermo. Siento una intenta necesidad de hacer el mal contigo… ¿Quieres oír el poema que hizo mi mente con la imagen de tu cuerpo?

Devoraré cada parte de tu cuerpo, como si en vez de lujuria se tratara de gula mi gran obsesión por ti. Dejaré que cada gota de sudor que salga de tu cuerpo arda sobre mi cuerpo hasta sentirme en un infierno. Me voy a despedazar sobre tus labios sólo para que acto seguido pruebes detalladamente cada parte de mi cuerpo. Te suplicaré a gritos“¡reviéntame la piel!” hasta que llegues a mi alma eufórica. Realmente quiero hacer este culto contigo; te entregaré el placer de someter mi cuello bajo tu mano, fuerte, enardecida, deseosa de robarme algo por un instante, hasta que me quites el aliento, y luego me permitas vivir nuevamente. ¡Golpea! ¡Golpea este cuerpo duro y manso! Esta es la única forma en la que me harás sentir que te importo.

Deja la huella de cuerpo sobre el mío, para que cada vez que vea como me lastimaste recuerde con placer el dolor que me causaste. Permite que mi cuerpo experimente, dentro de cada cortada hecha por tus mordidas, el éxtasis de tus más bajas pasiones ¿no te excita? ¿No te encanta ser el dictador de este pueblo llamado “noble”?...

Cachetéame, tantas veces como quieres, sólo así evitaras que me embriague el placer de mis fantasías y me quede en este placer tan inmediato y real que pocos entienden: ¡soy tan afortunado!

Despierto…

Ahora me veo frente al espejo de que mi desolada habitación y veo tus marcas por doquier, sé que el tiempo las borrara, cómo a una obra de arte que castiga  por el mero hecho de existir… Pero estoy tranquilo, ya que pronto volveré a sentir la sangre de tus labios heridos por mi insaciable apetito.

domingo, 14 de octubre de 2012

El amo y el esclavo


Algunas noches veo tu silueta insinuante sobre la palidez de mi cuerpo. En ella puedo sentir el calor de tu sombra, y el frío de tu aliento reposando sobre mi clavícula excitada de ti. Éxtasis, es lo que eres y en un arco te convertirás, preparándote para arrojar las flechas más ardientes al manzanero de tu alcoba. Mis manos cumplen con ofrecer servicios que tus piernas debaten, tu cabello oculta una transparente ansiedad -se estremece mi lengua-. Quiero desplazarme por tu cara; tu cuello brotado me indica que tu respiración está muy emancipada, déjame ahorrarla, presionar esa vía por la cual exhalas vida, déjame sentir que tu vida se agota lentamente bajo el espesor de mi codo.

Tus piernas llegan a un acuerdo, estoy seguro que el control de tu respiración tiene algo que ver. Esa mirada, cristal y café, como un mineral puro extraído de los confines de tu fertilidad. ¡Me encanta! Abandónate en mi mano que ha relevado a mi brazo, y ahora que el acceso a ti me ha sido permitido, sudemos: No puedo dejarte, me envicias, me tienes totalmente bajo tu falta de voluntad... Ahora entiendo porque el amo es dependiente de su esclavo…

Te estremeces mientras yo me tenso, la transpiración de mi cuerpo ha dejado caer unas cuantas gotas que marcan el camino hacia, lo que definitivamente, será mi perdición. ¿Cómo lo haces? ¿Cómo es posible que me domines con tanta sumisión? Estoy agotado, siento que has filtrado mi vitalidad, y en efecto… Eres mi compañera y te has quedado con lo mejor de mí; por otra parte, yo también deseaba dejarte eso.

Nos ha sorprendido la noche… Ahora, la pregunta que viene antes del compromiso es “¿Se repetirá?...”

Más acerca de mi

Mi foto
Soy estudiante de filosofía, pero la naturaleza no fue tan buena conmigo y no me ha provisto de una gran inteligencia, sin embargo me ha dotado de una gran voluntad para expresarme sin miedo a la retorica, bueno... Al menos no mucho.