sábado, 24 de octubre de 2009

La novela de la vida; introspección de mi propio querer.

Últimamente ha habido personajes nuevos en esta temporada de mi vida, cada personaje, en cada capitulo me hace reflexionar con respecto a muchas cosas. Uno de esos tantos personajes me hace reflexionar con respecto a lo que realmente siento, y otro personaje me hacer pensar si realmente los conceptos que tengo con respecto a mis sentimientos corresponden a los mismo, también está “ella” la que me hace pensar que no todo tiene tanta importante como lo llego a creer, y en uno de mis últimos capítulos, que se desarrolla en la taquilla de un teatro, se me presento una personalidad bastante singular, una muchacha quizás dos años mayor que yo, de aparente humildad que esconde toda una corta vida llena de muchas experiencias, ciertamente me vi en ella, fue extraño sentir que alguien en este mundo puede intentar entenderme (lo digo mas específicamente por mi).

No hace mucho leí en un blog, de una crítica del arte que estudia en mi universidad una cita de Charles Chaplin que decía: “La Vida es una obra de teatro que no permite ensayos. Por eso, canta, ríe, llora y vive intensamente cada momento de tu vida, antes de que el telón baje y la obra termine sin aplausos.”. Esto me llevó a pensar, ¿Qué he hecho con mi vida los últimos cinco años?

Es una pregunta que no quiero profundizar todavía en esta parte de la novela, pues, como dice mi profesor de Praxis de la Filosofía, “la vida tiene 100 años, la vida un minuto, y el hombre un segundo”, así que teniendo en cuenta esto, no creo tener ni siquiera una décima de segundo de vida en este mundo, pero entonces me planteo lo siguiente, ¿si no he comenzado a vivir entonces cuando lo haré? y de ser así ¿Qué sentido debería darle?.

Dos preguntas aparentemente profundas para mí. ¿Cuándo vivimos? Y ¿Qué sentido tienen nuestras vidas?

Tengo una familia que a pesar de todos sus problemas es unida, estoy en una universidad privilegiada y pública (no creo que eso se vea todo el tiempo), tengo amigos incondicionales y enemigos que me enseñan a como sobrellevar esos desafíos de mi vida (y aprovecho para decirle a todas aquellas personas que me desprecian que son muy importantes en mi vida –risa-), de igual forma tengo una vida sentimental, que a pesar de que no es estable, existe, no tengo nada serio y siendo excesivamente sincero conmigo mismo no me veo en la necesidad de tenerlo (aunque no me cierro a la oportunidad), tengo tantas cosas, tanto simbólicas como físicas, pero aun si me pregunto, ¿Por qué no soy feliz?, ¿acaso será el dinero?, no lo creo, tengo amigos adinerados y son incluso, creo que mas infelices que yo, así que todo esto me puede llevar a pensar que solo me falta una cosa; amor a mi mismo. Si, amor a mi mismo, es difícil saberlo, y mas que saberlo descubrirlo y no estar en la capacidad de solucionarlo, precisamente por la falta de conocimiento que tenemos de nosotros mismos y no saber que tan importantes podemos llegar a ser.

Sigo pensando y pensando y como les dije en la entrada de “El club de los corazones rotos” solo plasmo mis ideas aquí como surgen en mi cabeza.

-risa- todo esto me recuerda un pensamiento muy curioso no me acuerdo exactamente de quien, que dice “hay que amar la vida, no por estar acostumbrado a vivir, sino por estar acostumbrado a amar” y al reflexionar sobre este pensamiento caigo en cuenta de que, el amor es la emoción mas viva de todas, y que mejor manera de entender esta novela de vida que escribimos día tras día, y que mejor manera de amarnos a nosotros mismos que amando la vida, pues, nosotros formamos parte de la misma, deberíamos amarnos a nosotros mismos bajo el contexto de esta trama.

Me atrevo a finalizar esta entrada, invitándolos a amar, a vivir, a vivir amando y a amar la vida, pues solo al encontrar el arte de nuestro propio contexto dentro de esta novela llamada vida, lograremos ser felices. Y también aprovecho para decirles que me comprometo a poner de ejercicio el amarme a mi mismo.

jueves, 22 de octubre de 2009

Meletea

Musa de los pensamientos, Meletea.

Oh belleza de mujer,
Oh mujer portadora de belleza,
Me encuentro aquí ante ti,
Esperando tu manifestación que crea.

Creaste en mí el esbozo de la imaginación,
Creaste en mí el esbozo del pensamiento,
Oh mi hermosa musa griega, inspiras creación,
Pues como tu mi primera musa, no existiría la noción.

La nada no tiene concepto, y solo tu le das conocimiento,
El vació con falta de concepto, lo llenas creando en mí y en mis semejantes,
Los mas innovadores pensamientos.

Oh e yo aquí mi hermosa inspiración,
Esperando a que leas en cada oración,
Que yo a ti debo mi saber,
y que yo a ti te dedico mi verdad.
Que yo me dedico por ti a entender,
que yo me dedico por ti a pensar
Con estas sinceras líneas mi hermosa musa Meletea,
te quiero decir gracias,
por todas esas grandes ideas, que en todos los humanos creas. Meletea.

viernes, 16 de octubre de 2009

El club de los corazones rotos – La necesidad de la sociedad.

“Donde hubo fuego cenizas quedan”.

He estado pensando en la soltería como un estado sumamente absorbente, como una especie de arena movediza, que mientras más buscamos salirnos de ella, más nos hundimos. No lo voy a catalogar como vicio, pues uno no se vuelve adicto a la soltería, de hecho, algunos gritamos agonizantes de la pereza que nos causa estar en ese mar de soledad, un mar muerto, un mar glaciar, frió y solitario. Existen también aquellos que se jactan de llenar su soltería con actos promiscuos, lo que algunos llamaríamos como pecado (pero no usare este termino, pues bien, quien este libre de pecados que arroje la primera piedra. No soy quien para señalar como pecador a un ser promiscuo). Por otro lado, también existen aquellos que buscan llenar su soltería, manteniendo un hilo que hace una costura compleja entre lo real y de lo irreal, lo que queremos y no tenemos, algo así como un extraño caso de embarazo psicológico, pero engendrando en nosotros mismo una emoción que no es reciproca. En fin, hay demasiadas maneras de llenar nuestra soltería.

Todo esto me lleva a pensar que somos un club de corazones rotos, todo estamos juntos, sin darnos cuenta de que es por el mismo propósito. Buscamos amigos, intentando compensar ese espacio vació de nuestros corazones o de nuestras mentes para no sentirnos como los seres humanos solitarios que somos, llegamos a puntos críticos y peligrosos de conocer personas por Internet, o por medio de sociedades “sin animo de lucro”. Históricamente, el ser humano, comenzó a buscar pareja, cuando se vio en la necesidad de formar familias, pues el solo hecho de reproducirse por instinto, debió de alzar la taza de mortalidad en el mundo ¿o no? (Imagínense un mundo lleno de mujeres embarazas y de hombres que nacen de esas mujeres para seguir dejando embarazadas). Confieso que no tengo muy en claro a lo que quiero llegar con todo esto realmente, solo escribo las ideas como me vienen a la cabeza y porque necesito plasmar las mismas.

Continuo, a lo que me refería con lo de la búsqueda de parejas, es que nosotros (los humanos) buscamos amistades aspirando a que suceda algo mas que eso, tenemos amigos porque necesitamos identificarnos con alguien y a la vez necesitamos opinar sobre nuestras diferencias. Todos estos diálogos a la final, nos van haciendo concretar sobre la clase de persona ideal que buscamos.

Un hombre alto, rubio, de cuerpo muy estético busca entre su grupo de amigos a las amigas, de ese grupo de amigas a las mas bajitas, de la mas bajitas, las mas blancas, de las blancas la que tenga el cabello mas oscuro y largo, y después de que surja esa atracción superficial se va escarbando en las diferentes matices de esa persona para ver si es realmente lo que busca tanto por dentro como por fuera. Esto lo coloco como ejemplo para aclarar más o menos a lo que me refiero.

Señalo nuevamente que somos un club de corazones rotos, porque todos estamos juntos en búsqueda de lo mismo, y buscamos lo mismo por medio de la misma forma. Conocer nuevos mundos (refiriéndome a que cada cabeza es un mundo distinto).

“En el mar hay muchos peces”.

Este dicho se aplica perfectamente al humano en su estado de soltería (según como yo me refiero al mismo al inicio de esta entrada), pues, nos vemos en un mar solitario, pero si navegamos y exploramos en busca de nuevas cosas, seguramente saldremos de ese mar, a un océano completamente abierto a nuevas posibilidades. De igual forma, si observamos bien a nuestro alrededor, encontraremos una raíz que no nos deje hundirnos completamente en esa arena movediza. A lo que quiero llegar con todo esto es que, mientras tengamos esperanza, mientras tengamos esa motivación para generar un cambio en nuestras vidas y estudiemos nuestras posibilidades, llegaremos a cumplir el devenir que tanto anhelamos y merecemos, pues el cambio evita la inmediatez y nos deja llegar a la felicidad.

miércoles, 14 de octubre de 2009

Emociones

Se nos hace difícil a veces, diferenciar las emociones de los sentimientos o el sensualismo, todo aquello que nos rodea y por ende podemos sentir, no son mas que especies de fotografías que captan nuestros sentidos y entendemos todo esto como experiencia.

Diferenciemos un momento emoción y sensación.

El hombre (refiriéndome al humano en general y no solo al hombre masculino como ente menos emocional que la mujer) adolece de 4 emociones durante toda su vida, tristeza, miedo, ira y quizás el mas destructivo de todos, el amor - mas adelante explicare el porque -. Todas estas emociones, nos llevan al sensualismo (o a la estimulación de sentidos), pues el miedo nos hace sentir como gelatinas que se derriten fácilmente con el calor y la dulzura de un cuerpo calido e inocente. La tristeza nos hace sentirnos huecos, vacíos, una especie de recipientes sin fondo que llenar y esto a la vez se puede enlazar con el miedo (pues del miedo y de la tristeza, sale la incertidumbre, o la esperanza de que algo no sea como se cree que es). Pasando a algo mas fuerte llegamos a la ira, la rabia, aquella emoción que te pudre el espíritu - Citando a mi profesor de Praxis de la Filosofía, León - pues no es ni mas ni menos que el rencor y el resentimiento lo que degrada la esencia del humano, puede ser una de la emociones mas mortales, bellas y tangibles de la que podemos adolecer por el estimulo mas minúsculo, sino, pregúntenle a un niño de siete años que siente cuando le quitan un juguete, la respuesta será muy clara -risa-. Finalmente llegamos al amor, el famoso amor del cual todos estamos enamorados, no es ni mas ni menos que la emoción mas perfecta, hermosa, esplendida, divina y sin medida de la cual podemos adolecer incluso de la manera mas extraña. Amor, aquella emoción que nos lleva a la locura de las tres emociones anteriores, aquella emoción que nos hace sentir como rayos de luz en el espacio infinito y eterno, que nos deja ser libres, pero, esta emoción puede ser tan efímera como la validez de su subjetividad. Inicialmente les había comentado que este podía ser el mas destructivo de las emociones, pues en su esencia se encuentran el miedo (a perderlo), las tristeza (al no encontrarlo) y la ira (al no encontrarlo y siquiera estar en condiciones de perderlo por defecto).

Que perfección, que exquisitez el poder ser una de las pocas especies, capaces de disfrutar de estas matices, somos privilegiados al poder tener emociones y sensaciones en una colisión de cosas u objetos que nos van definiendo según vamos desarrollándonos en la vida. Recientemente aprendí, gracias a una muy buena amiga de la universidad, que es inútil, incluso entupido, reprimirnos de las emociones pues, es lo que nos hace humanos y lo que nos permite vivir como tales.

"No tengas miedo de vivir."

Gracias Alicia.

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Soy estudiante de filosofía, pero la naturaleza no fue tan buena conmigo y no me ha provisto de una gran inteligencia, sin embargo me ha dotado de una gran voluntad para expresarme sin miedo a la retorica, bueno... Al menos no mucho.