lunes, 18 de enero de 2010

Desahogo… lamento del corazón.

No fue sino hasta hace unos posibles siete días
Que quise caer en uno de tus siete pecados
Te conocí bajo la sorpresa de alguien que no sabia
Te conocí bajo la sombra de algo en que me había equivocado
Pensé que eso no importaría, pues alivio me daba tu sonrisa
Pero creo que falle completamente en mis ideales, pues, a mi sustancia no has convocado

Sumergido en un mar de confusiones
Tú me aceleras y me dejas sin funciones
Pero es en ese momento antes de que el agua llegue a mi cuello
Es que doy cuenta de cuanto posiblemente te quiero

Haciendo seguimiento de está historia con fin
Sencillamente recuerdo los acelerados pasos de tu incógnito ser
Que a pesar de que no tenias un problema en si
Pues, era obvio que la impaciencia en algún momento creí que te iba a consumir
Consumir… Yo te quería consumir

Psicotrópico… Absurdo psicotrópico

Llegamos a la entrada de un paraíso vegetal
Eras una droga que me quitaba todo malestar
Ese presente mió, pasado es ahora olvidado en el mar
Y sin mucho que remitir sencillamente contigo quería llorar
Llorar…
¿Por qué llorar?
Tal vez porque en ti creí conocer eso que los humanos llaman felicidad

Solo fueron cuatro horas, hace casi siete días
Son las dos mil un cuatrocientas horas de un día lunes
Y me di cuenta que en no todos los humanos obtenemos alegría
Felicidad…

Me dejas reflexionando sobre lo realmente efímero del arte
Me dejas con la duda de saber si vas a ser tan efímero como el aire
Quisiera sentir en mis manos, tus manos.
Como las sentí en el paraíso vegetal cuando hablamos…
Tu dedo pulgar acariciando mis manos como yo quería acariciar tus labios
Pero creo que será el único recuerdo bonito de ese día que juntos andábamos
Pues hace siete día que hablamos.
Y son hermosos recuerdos dolorosos los que como vivencias extraño…

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Más acerca de mi

Mi foto
Soy estudiante de filosofía, pero la naturaleza no fue tan buena conmigo y no me ha provisto de una gran inteligencia, sin embargo me ha dotado de una gran voluntad para expresarme sin miedo a la retorica, bueno... Al menos no mucho.